El autor de Boquitas pintadas, entre otras novelas, describe como el cine lo ayudó a escapar de la realidad en la que creció: “el pueblo era como un western que yo había ido a ver por casualidad, del que no me podía salir. Entonces traté de ignorar esa realidad, y tomar al cine como mi realidad”.
Foto de portada: Manuel Puig, en junio de 1981, durante una sesión fotográfica en París. Crédito: Ulf Andersen – Hulton Archive