Mi bebito querido, al fin ya estás en mis brazos. ¡Sos tan hermoso! Tu mami te va a cuidar mucho y seremos muy felices juntos…
-señora, deténgase, la policía.
Inspección
Entramos mojados al edificio sin luz. Corría un aire helado dentro. Nuestras miradas pasaron de la curiosidad al miedo. “¿Seguimos?” le pregunté y sin esperar respuesta caminé unos pasos y me di vuelta. Él ya no estaba. Lo que vi me aterrorizó. Yo sería el próximo.